miércoles, 29 de septiembre de 2010

Escenas de una huelga (1ª parte)


Ya ha llegado el día. La huelga general ha comenzado. Y aquí estoy, tranquilamente en mi puesto de trabajo, sin retrasos sensibles en el transporte público ni piquetes a la puerta del hospital. Sin embargo, no todo ha sido así de idílico para muchos.

Pero claro, si usas la violencia, no puedes esperar que no te "rebote" algo. Ayer, una "piquetera" resultó atropellada en Madrid por una furgoneta a las puertas de una imprenta. Primero, ¿qué hacía cortando el paso un día antes de la huelga? Segundo, ¿por qué estos mafiosos se creen en el derecho de decidir quién puede trabajar y quién no? Tercero, ¿les parecería bien que, dado que hay huelga, la ambulancia hubiera llegado con horas de retraso o en el hospital no se la pudiera atender como es debido por la huelga del personal médico?

Ojo, que quede claro que no justifico de ningún modo la actitud del conductor (suponiendo que no se trate de un simple y desafortunado accidente). Pero es lo que tiene, la violencia engendra violencia. ¿O qué pensaban los sindicatos, que el monopolio de la violencia la tienen ellos? Que conste que los únicos responsables de estos hechos son ellos mismos, al querer incumplir por la fuerza los servicios mínimos (obligatorios en toda huelga) y al intentar obligar a otros que no secundan la huelga a que no accedan a su puesto de trabajo.

En fin, veremos cómo se da el día...

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