Cierto es que el Ministerio de Sanidad cada vez tiene menos competencias, debido a la transferencia de las competencias en Sanidad a las comunidades autónomas. Pero de ahí a estar cambiando de ministro/a cada dos por tres, va un trecho.
Resulta que tenemos nueva ministra, Leire Pajín. La anterior ocupante del puesto, Trinidad Jiménez, pasa al ministerio de Asuntos Exteriores. Ha habido otros muchos cambios, pero lo que me queda meridianamente claro, con estos reemplazos y con otros que se han producido anteriormente, es que lo de menos es el conocimiento del ministro sobre su ministerio. Da igual tu formación, tus conocimientos o tu experiencia previa, puedes ocupar prácticamente cualquier ministerio.
Simplemente, esperemos que, en lo poco que puede mandar, la ministra Pajín lo haga lo mejor posible. Y si es capaz de poner algo de cohesión y sentido común en este sistema sanitario desigual y fragmentado, pues mejor que mejor.
PD: es de justicia reconocer que dos ministerios que, al menos en mi humilde opinión, eran claramente prescindibles, como Vivienda e Igualdad, han pasado a la historia. Ya era hora...
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