Es bastante "curioso" lo que está pasando con el caso que todos conocemos del Gregorio Marañón. Mientras que a maleantes confesos, o pillados con las manos en la masa, les tratamos siempre como a "presuntos" (no vayamos a ser políticamente incorrectos), el caso de la enfermera que presuntamente cometió el error que al parecer produjo la muerte del bebé está siendo abordado de forma totalmente distinta por los medios de comunicación.
No hay presunción de inocencia, lo que ha dicho el gerente del Gregorio Marañón va a misa; todos debemos creerlo a pies juntillas. Sin investigación, sin resultado definitivo de la autopsia, sin juicio. Hay un culpable, ahí lo tenemos, procedamos al linchamiento.
No ahondemos en el deterioro de la sanidad pública, en Madrid y en España. No hurguemos más en la herida, ya tenemos un "claro" culpable.¿Para qué queremos más? Sinceramente, me da vergüenza. Todo mi apoyo y mi solidaridad para esa profesional sanitaria que seguramente esté pasando un trago muy amargo.
P.D.: como digo en mi anterior post, todos cometemos errores. ¿Por qué el personal sanitario habría de ser diferente? ¿En qué se le reconoce ese "hecho diferencial"?
Tienes razón, puede ocurrir que cuando se analice lo sucedido una concatenación de circunstancias hayan favorecido el terrible error de esta enfermera, y no sea ella sola la responsable.Por otra parte esta profesional no tiene la formación especifica para un servicio tan especial.
ResponderEliminarQue el gerente haya reconocido que ha sido un terrible error creo que puede ayudar a buscar soluciones que eviten que se vuelva a repetir.
Lo que me ha dejado preocupada esta mañana ha sido leer los titulares de la prensa, en los que mayoritariamente se tildaba de "negligencia" lo sucedido, grave error, los periodistas no se equivocan nunca o cuando lo hacen no se enteran de las consecuencias.
No podemos dejar de decir que es un grave error que tiene que tener además otros responsables.
ResponderEliminarPero es un grave error
Lo más fácil es quedarse en ese supuesto error y "linchar" a la presunta culpable (no olvidemos que no hay sentencia, ni autopsia, ni nada por el momento). Pero si no se profundiza en las causas que han contribuido a dicho error, será difícil impedir que se vuelva a repetir. Pero insisto, es más fácil decir que ha sido un error "trágico", "terrorífico" y todos los apelativos que uno desee, echar unas lagrimitas y llevarse por delante a uno o dos profesionales sanitarios, que poner de manifiesto la penosa situación de dichos profesionales y la caótica organización de la sanidad madrileña y española.
ResponderEliminarLo más probable es que haya habido una concatenación de errores/fallos/defectos o como se les quiera llamar (incluso "oportunidades de mejora", como dicen los gurús de la calidad). Y los resolverán, como siempre, los técnicos que se dediquen a buscar soluciones (no culpables) para reducir el riesgo a límites tolerables.
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