Ya está. No por menos esperada deja de ser una noticia de importancia. La FDA ha retirado la indicación de Avastín (bevacizumab) en cáncer de mama metastásico. Este tema ya se comentó en un post de finales de 2010, por lo que voy a intentar no repetirme demasiado.
Claramente, la motivación fundamental de todo esto es puramente económica. Pero nos lo quieren vender como un problema de seguridad y dudosa eficacia, cuando en mi opinión no es cierto. Avastín es eficaz en cáncer de mama, cualquiera que vea pacientes lo sabe. ¿Que no lo es en todas las pacientes? Por supuesto, como ninguno de los tratamientos oncológicos que usamos diariamente. Sin embargo, a Avastín se le "exige" demostrar aumento en supervivencia global (cosa que consiguen no muchos fármacos autorizados) y que tenga un factor predictivo de su eficacia (cosa que no tiene casi ninguno de los fármacos autorizados). ¿Por qué? Por dinero. Por un tratamiento que, según las dosis empleadas, puede costar en torno a los 6000 $ al mes, y que se pauta habitualmente en una enfermedad tan frecuente como el cáncer de mama (y el de colon, y el de pulmón...).
Sin embargo, el título del post no puede ser "fin del culebrón", porque a pesar de esta resolución, al menos inicialmente Medicare va a seguir financiando el uso de Avastín en cáncer de mama. Por lo tanto, parece que la historia no ha acabado...
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