Como se preveía, la reforma sanitaria propuesta por Obama va a ser todo menos un camino de rosas. Dentro de EE.UU. existe una resistencia muy fuerte a dicha reforma, porque en la mentalidad "yankee" toda intervención del Estado en temas como sanidad o educación les suena a "comunismo" o "socialismo". Si a esto le añadimos que el lobby de la industria farmacéutica y de los seguros sanitarios privados tienen un enorme poder, ya tenemos el lío montado.
Las críticas no cesan, tanto desde la oposición republicana como desde miembros de su propio partido. El propio Obama ha comenzado una "gira" por varios estados para intentar que el apoyo popular a su reforma crezca, pero va a tenerlo muy crudo. Hay mucha gente que está a la que salta para que, cuando el primer tropiezo de Obama llegue, ellos estén ahí para sacar el máximo rédito político posible.
Sin enbargo, no se puede hablar de oscurantismo sobre la propuesta de Obama, ya que existe una página web oficial sobre dicha reforma. Puede ser considerada más o menos publicitaria, o más o menos carente de contenido, pero algo es algo.
Esto recuerda al intento, sincero o no, de la administración Clinton de conseguir algo parecido. Evidentemente, tras un presunto "untamiento" de la gente indicada, todo quedó en el olvido...
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