No es una situación ideal, hay que reconocerlo. Pero tampoco es plan de jugarse el pellejo todos los días, digo yo. Tal vez la iniciativa de otorgar custodia policial a los centros de salud más conflictivos o aumentar las medidas de vigilancia en estos lugares pueda parecer exagerada, pero la realidad diaria se empeña en llevarnos la contraria y devolvernos al mundo de "carne y hueso". Las agresiones son el pan nuestro de cada día, y si es necesario ir protegidos a hacer avisos domiciliarios, por ejemplo, pues se va y punto. Como médico, mi deber es atender al paciente, no exponer mi integridad para atender a alguien que no se deja atender o que te amenaza e incluso te agrede.
Y desde luego, viendo "opiniones" como las que, sin ir más lejos, se han vertido en este mismo blog por algún que otro energúmeno (porque no tiene otro nombre), me reafirmo más cada día. Atención sanitaria sí, pero no a cualquier precio.
Y desde luego, viendo "opiniones" como las que, sin ir más lejos, se han vertido en este mismo blog por algún que otro energúmeno (porque no tiene otro nombre), me reafirmo más cada día. Atención sanitaria sí, pero no a cualquier precio.
Vaya, acabo de leer el comentario y me he quedado helada...
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