Nuevo globo sonda para intentar "rellenar" de contenido el Ministerio de Sanidad. El proyecto de ley de muerte digna, a la espera de ver qué supone realmente para nuestra práctica diaria (me temo que bastante poco), ha conseguido reavivar de alguna manera el eterno debate sobre muerte digna, cuidados paliativos, eutanasia y demás.
Como he dicho, está por ver si este proyecto de ley tiene un contenido serio y aplicable a la realidad o es tan sólo otro brindis al son al que nuestros políticos nos tienen tan acostumbrados. Evidentemente, es de suma importancia garantizar los derechos de los pacientes en una situación de enfermedad avanzada incurable, y no sólo me refiero a los pacientes oncológicos. Aquí deberían incluirse, por poner sólo algún ejemplo, pacientes con enfermedades neurodegenerativas o con insuficiencias cardiacas avanzadas no susceptibles de tratamiento específico.
Sin embargo, y esto ya es una opinión personal, creo que la dignidad debe estar presente también a lo largo de toda la evolución de la enfermedad. Parece que nos centramos más en la dignidad de la muerte, pero hasta que ésta llega, nuestros pacientes suelen estar bajo una atención en ocasiones deficiente, debido a una Estrategia en Cuidados Paliativos que no se ha potenciado ni financiado adecuadamente, y que ha supuesto que la cobertura de la población no sea superior al 45% (siendo mucho menor en según qué zonas).
¿No será igual o más importante el garantizar una atención sanitaria correcta durante la vida? Una muerte "digna" que no ha sido precedida por una vida así mismo digna no parece tener mucho sentido.
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