El elevado coste de los fármacos oncológicos es un tema recurrente, que de cuando en cuando salta nuevamente a la palestra. En este caso el debate se ha reiniciado en EE.UU., donde la reforma sanitaria de Obama puede acarrear un importante aumento del gasto sanitario en relación con la cobertura de estos fármacos. Y todo por la aprobación de Provenge por parte de la FDA, un fármaco para cáncer de próstata metastásico, con un coste aproximado de 93.000 $ por paciente. Este agente ha demostrado mejorar la supervivencia de los pacientes aunque, evidentemente, no los "cura". Se observa un aumento de más de 4 meses en la supervivencia global con una reducción relativa del riesgo de muerte de un 22%, y la publicación del fase III en el New England ha confirmado definitivamente la eficacia de la inmunoterapia en cáncer de próstata. ¿Justifica esto su coste? Ahí está el quid de la cuestión.
En mi opinión hay al menos dos formas de afrontar el problema. Una, continuar financiando todo lo que esté aprobado por las agencias reguladoras. Como ya he comentado en algún post previo, a mí el coste de un fármaco es lo que menos me importa, si éste está autorizado y considero que puede beneficiar al paciente.
Otra forma sería comparable a la aplicada en el Reino Unido por el NICE, ser extremadamente restrictivo con los nuevos fármacos y potenciar la investigación y la inclusión de pacientes en ensayos clínicos en grandes centros monográficos de cáncer. De este modo, para acceder a los fármacos más novedosos, el paciente debería estar incluído en un ensayo clínico, con lo que eso supone de avance en el conocimiento y de ahorro para el Estado.
No creo que haya una fórmula mágica, y probablemente en el término medio de estas dos posibilidades se encuentre la mejor opción. Pero mientras las autoridades no se mojen y continuen autorizándolo todo, que no nos pasen la "patata caliente" a los facultativos acerca de "todo lo que gastamos". Gastamos simplemente lo que nos autorizan a gastar, ni más ni menos.
He hecho amistad con una mujer joven, que ha desarrollado un cáncer de colon, seguramente relacionado con el hecho de que estando embarazada la empresa en la que trabajaba echó las persianas en verano y ya no abrió. Total, que llegó septiembre, dió a luz, y no tenía ni un euro, y no lo ha tenido durante UN AÑO, debido a la lentitud de la burocracia judicial. Ahora, por fin está cobrando 500 euros al mes, pero como tiene que pagar el 40% del coste de los medicamentos no llega a ninguna parte. Durante un año estuvo pidiendo y sacando pañales, leche, etc. debajo de las piedras, porque ni servicios sociales, ni cáritas, ni ProVida, ni nadie tenía dinero para ella. .....
ResponderEliminarMe pondría a largar y no acabaría nunca, pero hay cosas que no entiendo. Cómo a una joven madre en paro y con un bebé y que no tiene ni un euro de ayuda, que entra y sale del hospital cada mes, encima tenga que pagar parte del coste de unos medicamentos carísimos, de forma que tenga que llegar a plantearse, o el bebé o yo.