Bonito panfleto el que nos ha endosado nuestra ministra doña Trinidad Jiménez en El Mundo, a cuento de una pseudo-encuesta, de éstas que salen periódicamente, para evaluar la calidad de nuestro sistema sanitario. No es cuestión de reproducirlo entero, pero sí que me gustaría destacar algunas frases:
-"El hecho de ser un sistema descentralizado ofrece el reto de asegurar la calidad y la equidad en todo el territorio y a todos los pacientes y ciudadanos". Pues por ahora lo llevamos chungo; a ver si el problema va a ser precisamente que el sistema esté "tan" descentralizado...
-"España dispone de un Sistema Nacional de Salud que se sitúa entre los mejores del mundo desarrollado y ello ha sido posible gracias al esfuerzo colectivo de la sociedad española y al compromiso profundo de las administraciones sanitarias". De traca. Vamos, que gracias a lo "bien" que utilizan los españoles el sistema sanitario y a lo "genial" que lo gestionan las autoridades estamos tan contentos de nuestro sistema sanitario. Iluso de mí, y yo que pensaba que los profesionales sanitarios tendríamos algo que ver en esto...
-"Aspiro a que nuestros profesionales sanitarios, que están entre los más cualificados del mundo, se sientan aún más involucrados con el proyecto colectivo de un Sistema Nacional de Salud que ha de ser útil para la salud de todos". Ahí si lo tiene complicado; no parece fácil que un trabajador se implique cuando le hacen contratos de días (o de horas), o se le renueva un contrato eventual de 3 ó 6 meses durante varios años sin asegurarse su estabilidad laboral.
Hay otras "perlas", pero os las dejo para cuando leais el artículo completo. Que conste que no todo es una crítica hacia la ministra, pues el hecho de que la Sanidad esté descentralizada hace que, en muchos casos, Trinidad Jiménez tenga muy poco que decir en muchos aspectos. Es más que nada por dejar constancia de lo alejada que está esta señora de la realidad, ni más ni menos.
Y para que no salgan los de siempre diciendo cosas como "que se te ve el plumero" y similares (dentro de que, por lo que sé, carezco de plumero pues soy profundamente apolítico), resaltar que la "respuesta" de la ex-ministra Ana Pastor en el mismo periódico es un claro ejemplo de lo que un político hace bien: juntar muchísimas palabras en un discurso sin que en realidad haya dicho absolutamente nada. Apañados estamos...
Totalmente de acuerdo contigo.
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