Al menos, eso es lo que se desprende de varias de las noticias surgidas en los últimos días. Por un lado, el Gobierno balear ratifica el conocimiento del catalán como una obligación, y no como un mérito, para poder acceder a una plaza en la Sanidad Balear. Si priorizamos conceptos políticos antes que la valía científica y personal del médico, no sé cómo pueden tener el valor de quejarse de la falta de médicos o del "mal funcionamiento" de la Sanidad Pública. Y no sigo porque la boca me pierde...
Por otro lado, otro grupo de "lumbreras", esta vez en Asturias, proponen, ni más ni menos, que suprimir las guardias de urgencias; así, como suena. El motivo, como siempre, no es mejorar la asistencia ni el funcionamiento de los servicios de Urgencias, que, como todos sabemos, en muchas ocasiones funcionan en precario; no, el motivo es ahorrar, pura y llanamente. Proponen, como decía, sustituir el concepto de guardia por el trabajo a turnos. Aunque no se dan muchos más datos, a priori lo veo poco factible, ya que el trabajo por turnos supone así mismo un mayor montante de días librados tras turno de noche, como ocurre, sin ir más lejos, con el colectivo de enfermeras. Tal vez sólo se trate de un "globo sonda", el tiempo lo dirá.
Y para terminar, un pequeño apunte "oncológico". Como se ha publicado en la última edición del NEJM, no se debe infratratar a las mujeres mayores de 65 años diagnosticadas de cáncer de mama temprano. El empleo de capecitabina adyuvante (en teoría, menos tóxica) ha resultado claramente inferior a regímenes clásicos de quimioterapia como CMF o AC. Ya sabeis, la edad no lo es todo...
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