martes, 3 de julio de 2012

Si no hay célula...

Es una de las frases que más uso al hablar o comentar casos con colegas de otras especialidades. Si no hay célula, no es cáncer. Vale que pueden existir algunas excepciones (contadas con los dedos de una mano), pero es una regla que, personalmente, aplico a rajatabla.

Lo digo por esos casos de pacientes que tus compañeros quieren que veas, o que directamente te traslades, porque tienen una masa, unos nódulos hepáticos, unas imágenes pseudonodualres pulmonares... Vamos, algo que muy probablemente sea cáncer, pero sin un diagnóstico histológico. Lo mismo puede aplicarse a los compañeros de Atención Primaria, que a veces te remiten a un paciente con un diagnóstico de sospecha, la mayoría de las veces radiológico, pero no confirmado.

Desconozco como funcionan todos los hospitales y servicios de Oncología Médica (faltaría más...), pero soy un firme defensor de esta actitud; si no hay célula... tendrás que estudiarle algo más, compañero. Y si se pretende que Oncología Médica asuma no sólo los pacientes con cáncer, sino aquéllos con sospecha de enfermedad neoplásica para completar su estudio, probablemente habría que despedir a un alto porcentaje de internistas, neumólogos, digestólogos, ...  y a cambio contratar más oncólogos médicos, ya que el volumen sería inasumible.

Pero no creo que ésta sea una buena idea. Somos, o así lo veo yo, una especialidad fundamentalmente terapéutica, no diagnóstica; para eso ya están otros que lo hacen muy bien. Creo que es fácil entender que sin un diagnóstico anatomopatológico no podemos hacer prácticamente nada, ni plantear posibilidades de tratamiento (puesto que no sabemos qué estamos tratando). Por lo tanto, insisto sólo una vez más, si no hay célula... no es cáncer.

2 comentarios:

  1. Es sencillo y a la vez difícil llevado a su extremo. Más de una vez oímos "qué va a ser". Y a veces nos mata a los oncólogos médicos que el oncólogo radioterapeuta se niegue a radiar una compresión medular o unas metástasis cerebrales si no hay histología. Pero no tengo para olvidar un médico que con citología sospechosa de adenocarcinoma de páncreas, entró a quirófano aunque no parecía resecable y era una pancreatitis crónica y está curado 7 años después, la enfermera con metástasis cerebrales y masa pulmonar que fueron todo abscesos de origen dentario o mi amiga médico que hace 15 años la citología de la masa mediastínica sugería linfoma y "sólo" eran linfocitos reactivos de un adenocarcinoma de pulmón y tras muchas vicisitudes, varias cirugías incluidas, sigue viva. Buscad la célula.

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  2. Totalmente de acuerdo, Ramón. He conocido personalmente casos en los que, por querer correr demasiado, se han hecho mal las cosas: tratar como un microcítico de pulmón lo que finalmente era un linfoma, radiar una tuberculosis vertebral, poner quimioterapia a lo que finalmente era una sarcoidosis...
    Vamos, que lo dicho, si no hay célula...

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