Por fin se acabó el suspense (o eso parece) de quién iba a suceder a Mariano Barbacid al frente del CNIO, tras su retiro "voluntario". La nueva directora es María Blasco, una investigadora eminentemente básica que ya sonaba en la lista de aspirantes al puesto.
Esperemos que con esto se dé carpetazo a todo el revuelo mediático alrededor de este tema. Una institución de tanto prestigio como el CNIO debe pasar página, olvidarse de las intensas polémicas de los dos últimos años y retomar el trabajo con una cabeza visible para seguir siendo un centro de referencia a nivel mundial en la investigación contra el cáncer.
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