El desgraciado caso de la niña fallecida en Canarias ha vuelto a sacar lo peor de los periodistas (por decir algo) que han cubierto la noticia. Sensacionalismo puro y duro, sin pensar en las consecuencias.
Todo comienza con un reconocimiento a la menor por parte de un médico, en el cual aprecia unas lesiones que no le quedan muy claras. Como es su deber, no lo olvidemos, lo comunica a la autoridad judicial para que se realice un examen forense. Punto. El médico no culpa, no indica el ingreso en prisión, sólo recomienda un examen forense.
A partir de aquí, y sin saber muy bien cómo, el informe se filtra y la prensa saca sus garras. De una forma que sólo se puede calificar como rastrera y sucia, juzga y condena a una persona sin tener todos los datos, ni siquiera el resultado del examen forense. Y no con medias tintas o acusaciones veladas, no; directamente calificó al sospechoso de asesino y pederasta. Ahí queda eso.
Pero claro, el resultado del examen forense exculpa al individuo. ¿Y qué pasa entonces? Pues nada. No pasa nada. Alguna disculpa ocasional y se zanja el tema. Eso sí, la nueva diana de la prensa ya está escogida. ¿Lo adivinan? Pues sí, amigos, el objetivo ahora es el médico que recomendó el examen forense, por "extralimitarse" en sus funciones.
El médico actuó conforme a como debe actuar, y no hay más discusión. Si observó lesiones sospechosas, debe notificarlo a la autoridad pertinente y punto. Pero no, la prensa debe buscar un culpable. Eso sí, siempre mirando hacia fuera, no sea que se den cuenta de que en este desgraciado caso el único culpable, precisamente, es la propia prensa y su sensacionalismo.
Sin embargo, el enemigo es demasiado fuerte. La prensa no hace más que echar balones fuera, pedir disculpas y decir que ellos "sólo informaron de lo que sabían". Genial, parece que esto de contrastar las noticias o esperar a una confirmación antes de exponer a una persona al escarnio público no compensa, no está de moda entre estos "juntaletras" sin ética ni nada que se le parezca.
Por lo tanto, concluyo mi post con el título del mismo. Después de haber vertido acusaciones falsas sin pruebas condenatorias definitivas ni sentencia judicial firme, ¿qué periodista irá ahora a la cárcel?
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Hola Bulbul, soy compañero en el lejano oeste y aficionado a tu blog.
ResponderEliminarCreo que si hay algo a discutir, ya me que pregunto como padre que está pasando con los médicos y en que sociedad trabajamos cuando ante una urgencia pediatrica por un TCE, los compañeros tienen más presente la posibilidad de un abuso sexual que el riesgo de un hematoma cerebral. Un saludo.
Es evidente que no conocemos todos los datos veraces del caso (y con la prensa de por medio, dudo que los conozcamos algún día). Sin embargo, si por el motivo que sea el médico no pudo descartar una agresión, hizo muy correctamente su labor al comunicarlo a las autoridades pertinentes. Con situaciones como ésta, lo único que se consigue es que ningún compañero comunique casos como éste por el "marrón" que puede suponer.
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