Mañana hay huelga convocada en la Sanidad madrileña. En realidad hay dos convocatorias, una de AMYTS para los días 26/11, 27/11, 4/12 y 5/12; y otra de AFEM, indefinida de lunes a jueves. Por lo tanto, para ambas el primer día es mañana.
El ambiente que se respira es de compañerismo al máximo. Todo el mundo (o casi) va a hacer huelga, al menos en mi hospital. Respetando los servicios mínimos, el resto, tanto adjuntos como residentes, vamos a sumarnos a la convocatoria, al menos lunes y martes. Después habrá que ver qué pasa.
Ya nos esperamos una muy escasa representación en los medios; hablando claro, ni en RTVE ni en Antena 3 ni en Telecinco ha habido una cobertura de las movilizaciones sanitarias en Madrid en estos días, como tampoco la está habiendo de la huelga indefinida de especialistas internos residentes de Andalucía. En La Sexta sí que, al menos ocasionalmente, se ha hecho referencia de pasada en alguna ocasión. Y no me vale que digan que aparece en su página web, todos sabemos que la notoriedad se alcanza en la televisión, y ahí, ni gota.
Eso sí, mientras se continua con un plan privatizador de la Sanidad que, no nos engañemos, es el modelo a implantar en todo el país si les dejamos, en las noticias aparece la "feria de la tapa de la gastronomía murciana" durante más de 3 minutos (cronometrados) como uno de los eventos a reseñar. De los encierros en hospitales y centros de salud, ni palabra. De la próxima huelga, ni una mención. Qué bonito es el periodismo hoy en día, señores.
Para terminar, queridos pacientes, sabed que esto lo hacemos para pelear por una sanidad pública y de calidad. También por nuestras condiciones laborales, por supuesto, porque ni vivimos del aire ni la vocación paga nuestras facturas. Pero tened en cuenta que, en mi opinión, nos jugamos mucho. Si queremos evitar que las empresas se apoderen de la sanidad pública, tenemos que estar todos a una. Porque una empresa lo que busca es obtener beneficios, y esto no puede hacerse a costa de la salud de las personas. Eso sí, el que ahora no proteste que luego no se queje.
Para terminar, queridos pacientes, sabed que esto lo hacemos para pelear por una sanidad pública y de calidad. También por nuestras condiciones laborales, por supuesto, porque ni vivimos del aire ni la vocación paga nuestras facturas. Pero tened en cuenta que, en mi opinión, nos jugamos mucho. Si queremos evitar que las empresas se apoderen de la sanidad pública, tenemos que estar todos a una. Porque una empresa lo que busca es obtener beneficios, y esto no puede hacerse a costa de la salud de las personas. Eso sí, el que ahora no proteste que luego no se queje.