Tras un verano complicado, vuelvo a escribir en este blog; prometo que intentaré retomar una actividad "normal" una vez que ya han pasado las vacaciones...
En este caso, vuelvo a comentar un tema que ya ha aparecido en algún post previo: la enorme diferencia de acceso a tratamiento oncológicos, no sólo entre comunidades autónomas, ni entre ciudades distintas, sino ya entre hospitales de la misma ciudad. Insistiré en este tema por muchos "enemigos" que me gane: las famosas comisiones de farmacia que cada vez han ido cogiendo más poder en los hospitales se han transformado en poco más que una mera herramienta de la gerencia del hospital de turno para "ahorrar" todo lo posible en gasto farmacéutico. Evidentemente, esto no es más que mi opinión, faltaría más.
Pero es notorio que no todos los pacientes tienen la misma capacidad de acceso a fármacos oncológicos novedosos. No hablo de usos compasivos; hablo de fármacos aprobados por FDA, EMA, AEMPS y hasta del tan cacareado NICE, ése que le gusta tanto a los farmacéuticos cuando restringe indicaciones pero del que pasan bastante cuando hace lo contrario. En algunos hospitales una serie de fármacos no "pasan" comisión de farmacia, bien porque se deniegan o directamente porque dicha comisión ni siquiera se convoca; mientras, en el hospital de enfrente, ese fármaco se dispensa sin aparentes problemas. ¿Es esto lógico? ¿Es esta la famosa equidad del sistema sanitario?
La Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) está trabajando activamente para conocer a fondo la situación y tratar de ponerle remedio. Desde el Grupo Español de Pacientes con Cáncer (GEPAC) también se están haciendo esfuerzos en esta línea. Es total y absolutamente inadmisible que fármacos que han sido aprobados por las agencias reguladoras pertinentes no puedan pautarse en un hospital concreto por el capricho (sí, sí, capricho) de una comisión de farmacia. Y negar que ésta es la realidad es mentir descaradamente, todos sabemos que esto pasa todos los días.
Para terminar, recordar que denegar la administración de un fármaco aprobado por motivos puramente económicos es un delito con todas las letras. ¿Llegará un momento en que todo esto se dirima en los tribunales? Espero que no, que pueda arreglarse antes, pero sólo hacen falta algunos pacientes "motivados" a los que se les niegue un fármaco aprobado y hagan saltar todo esto por los aires. Lo cual, bien pensado, tampoco sería tan malo...